La rinomodelación trata de un procedimiento estético orofacial, prácticamente indoloro que busca mejorar la armonía y proyección nasal, pudiendo levantar la punta nasal y mejorar el perfil de esta, mediante la aplicación de ácido hialurónico - sustancia presente en nuestro organismo - por lo tanto no produce daño alguno.

La nariz es una de las partes del cuerpo que más motiva a las personas a buscar una corrección. Por estar en el centro de la cara, ese órgano suele ser motivo de muchas quejas, sea por el formato, tamaño, un hueso saltado o una asimetría. A pesar del descontento, muchas personas retrasan el procedimiento durante años por no poder alejarse del trabajo o por el temor del dolor postoperatorio.

Dependiendo de cuál sea la disconformidad del paciente, la rinomodelación puede ser una alternativa más interesante, más simple y más económica que una cirugía de rinoplastía, permitiendo corregir algunos defectos en pocos minutos.

La rinomodelación también conocida como bioplastía de nariz o rinoplastia no quirúrgica, se trata de un procedimiento no quirúrgico y poco invasivo capaz de corregir algunos defectos en la nariz. Para ello, la técnica utilizada es el llenado con ácido hialurónico.

Esta técnica es indicada para hombres y mujeres que se sienten insatisfechos con algunas características de su nariz, como el hueso prominente (giba nasal), punta caída, desniveles poco pronunciados, formato sinuoso y lados asimétricos por lo que es lo más indicado para hacer pequeños cambios.

El procedimiento se puede hacer tan pronto como la cara está completamente desarrollada, generalmente a partir de los últimos años de la adolescencia.

Por ser un procedimiento simple, la rinomodelación utiliza sólo anestesia local y puede ser hecha en una consulta médica. Su duración total es de 20 a 30 minutos y no es necesario ningún tipo de preparación, como el ayuno. Los efectos tienen una duración variable, entre 12 a 18 meses según el grado de reabsorción del producto en cada paciente.